Un usuario del puerto de Lekeitio se prepara para salir a la mar junto al muelle de ‘Los curas’. /MAIKA SALGUERO
La reparación del muelle de ‘Los curas’ abre la reordenación portuaria de Lekeitio.
Las obras arrancarán esta primavera con un plazo de ejecución de tres
meses y requerirán una inversión de 530.700 euros
La reordenación portuaria de Lekeitio ha comenzado su cuenta atrás.
Los planes del Gobierno vasco para la nueva distribución de la bocana
comenzarán a tomar forma en breve, en concreto, esta primavera con la
ejecución de las obras para reforzar el dique sur, más conocido como el
muelle de ‘Los curas’. Los trabajos correrán a cargo de la empresa Ciomar,
empresa a la que el departamento de Desarrollo Económico ha
adjudicado el proyecto con un plazo de ejecución de tres meses. Es
decir, el objetivo es que esté listo para la temporada estival, en
coincidencia con los meses de mayor tránsito de usuarios.
«Para poder garantizar la seguridad durante las obras, el dique
permanecerá cerrado tanto para los dueños de las embarcaciones como
para la ciudadanía», adelantaron fuentes municipales. No obstante, la
Dirección de Puertos «establecerá un servicio para garantizar el acceso
a los barcos», añadieron. Con la ayuda de submarinistas, la primera
parte de la intervención se centrará en retirar las piedras sueltas y el
hormigón demolido, mientras que de manera paralela se llevará a cabo
una excavación hasta llegar a la cota de menos 1,5 metros.
En una segunda fase, se procederá a ejecutar los anclajes tanto
verticales como horizontales para rematarlo con encofrado y hormigón.
En total, el Ejecutivo autónomo invertirá 530.700 euros en una
infraestructura «que desde su construcción no ha sido objeto de
ninguna intervención reseñable de refuerzo o mejora, más allá de un
recalce de hormigón realizado en 1992», según el proyecto ejecutivo
elaborado por la Dirección de Puertos.
Aunque apenas se dispone documentación acerca de su geometría y
proceso constructivo, todo apunta a que fue levantado en el siglo XIX, en
concreto en 1883. «A lo largo de todo este tiempo, ha mantenido su
tipología estructural aparentemente íntegra», detalla el estudio.
Inspección submarina
El dique, formado por bloques de sillería, rebasa una altura de 5,7
metros con respecto a la cota cero del puerto y alcanza una longitud de
160 metros. Durante años, el fuerte oleaje que azota Lekeitio, unido a la
acción de las corrientes marinas, han terminado por socavar su
cimentación. Los daños que presenta fueron detectados el pasado
verano tras una inspección submarina en la que se constató que
«presenta diversas patologías que deben ser reparadas». En concreto, el
informe detalla la localización de descalces en el pie de la parte interior
del muelle que pueden llegar a repercutir en su estabilidad, además de
roturas y espacios huecos en el fondo a lo largo de toda su longitud.
«Esa situación puede generar un riesgo de deslizamiento al perder su
estructura monolítica, por lo que es necesario recalzarlo y
consolidarlo», concluyen. A su estado de precariedad, se suma además
el proyecto de instalación de pantalanes redactado por Euskadiko Kirol
Portuak (EKP), la sociedad pública encargada de la gestión de los
puertos deportivos vascos.
Aunque se trata de una demanda reclamada desde hace años, tanto el
Ayuntamiento como la cofradía de pescadores, la asociación de
embarcaciones deportivas Leakai, el club de remo Isuntza, las
empresas de turismo activo y la comisión encargada de organizar el
‘Antzar Eguna’ han solicitado que se contemple y garantice los múltiples
usos de la dársena. La última propuesta planteada por las distintas
entidades del municipio incluye combinar la colocación de pantalanes
de cortesía con boyas de atraque que cumplen la misma función.
Tras la nueva reordenación prevista, pasarán a ser todos amarres a
pantalán que se colocarán en el muelle sur, en el del parque y en el del
‘Contramaestre’. En total, se contemplan alrededor de 210 plazas frente
a las cerca de 270 actuales. La nueva distribución prevé que el pantalán
del dique sur se prolongue desde la rampa de varada hasta la punta.
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FUENTE: DIARIO EL CORREO
